domingo, 29 de septiembre de 2013

Poemas mínimos de María Monserrath Artavia (Costa Rica)

María Monserrath Artavia (Costa Rica)

Karma

Nada aprende la lluvia de sus reencarnaciones
cada vez que recobra la conciencia
se evapora

Barco en una botella

La pregunta suicida es
cómo navegar un mundo curvo
al filo rectilíneo del estante

Libertad condicional

Una mujer es libre de sentarse al espejo
y atarse
cuanto quiera             
las cuerdas del corsé que la tortura

sábado, 21 de septiembre de 2013

Fragmento de novela de Henry Petrie (Nicaragua):

 Henry Petrie (Nicaragua)

Recuerdo aquella tarde de julio, cuando las correrías y los júbilos de jóvenes hicieron de la hazaña un fragmento de historia. Todos creíamos nacer en un nuevo paraíso, una tierra prometida, una nueva vida; pero desde ese momento comenzamos a morir, porque el aturdimiento también llegó, y creernos propietarios de lo que nunca fue ni será nuestro, nos vuelve arrogantes y soberbios, y desde entonces comenzamos a morir. 

Aquella tarde fue bella, a como bello es un parto, también dolorosa porque detrás del júbilo se escondió la grieta de una herencia. Anduvimos saltando, cantando y brincando, sin percatarnos de nuestra grieta, por celebrar sin descanso nuestra propia agonía disfrazada en el transcurso de imposturas poderosas.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Poema de Ahmad Elshahawy (Egipto):

Ahmad Elshahawy (Egipto)

DUELO POR UNA CANCIÓN

“De nada sirves –escribió-,
un camino trillado eres,
un número atado a la cola de un caballo,
una tumba fría,
abandonado en el infierno,
un árbol sin corteza en el desierto,
un hilo sin aguja,
una puerta quemada rumiando las manos que alguna vez la
han tocado,
un pájaro aterido por el derrame del sol,
letra muerta,
un libro caído del collar de una paloma,
línea aislada en busca del punto,
una montaña desnuda nadando en las nubes,
espejo oscuro abandonado por una mujer,
 un duelo por una canción,
 el frufrú de seda apagado”.

¿A dónde me lleva la puerta cerrada? –me pregunté-.
¿Se librarán los nombres con solo mover los hombros?
¿Se librará la coma del punto y coma?
   ¿Se me caerá el mundo encima?

Me acogeré otra vez al ritmo,
a un silencio heredado de mi madre,
me libraré de verte,                
                y se librará el alma de hablar
                a una sola letra

                de tu nombre. 

domingo, 8 de septiembre de 2013

Poema de Alexánder Zánchez (Panamá)

Alexánder Zánchez (Panamá)

ARTE Y DELEITE DEL BUEN TOMAR CAFÉ

hoy aprenderemos
a tomar café a la francesa

entre sorbo y sorbo
emita un corto suspiro
como si la noviecita
o el noviecito
de cuando teníamos quince años
recién nos hubiera dejado

¡no se les ocurra
por ningún motivo
tomárselo de un sorbo
-semejante insulto al ego
del que preparó el café-
tómeselo suavecito
como sin ganas
reclínese de medio lado
para que el café descienda
fluya a su antojo
y no le duela luego el estómago
sobre todo si lo tenía vacío

no
mentira
tómeselo como quiera
cuando aún está caliente
como se lo toman los campesinos
o los citadinos de América Latina
cuando hace mucho frío
y saben que no han comido
y que es de noche
y que posiblemente afuera
está lloviendo
y que además es muy probable
que no habrá galletas


tómeselo con calma
como pueda
que el café es muy bueno
sobre todo cuando hace mucho frío
y uno se siente solo
como yo
hoy

si hay galletas
muchas gracias
si no
no hay penas
basta que estemos ambos
usted y yo

ahora sí
lárguese el suspiro

domingo, 1 de septiembre de 2013

BREVE FRAGMENTO DE NOVELA DE ALICIA MIRANDA HEVIA (COSTA RICA)

ALICIA MIRANDA HEVIA (COSTA RICA)

Cuando impulsado por una fuerza poderosísima empujaste con la cabeza dentro del canal de nacimiento de Clara, sangró. Desnudo, con la piel colorada cubierta de grasa, trémulo por el frío, abrumado por el olor a sangre que habías aspirado por primera vez a la salida de la vagina de tu madre, mientras desentrañabas aquellos nuevos sonidos que te llegaban a los oídos, lloraste a gritos. Por tu evidente vigor llenaste de satisfacción al obstetra, el primer ser humano que te tocó con las manos cubiertas por guantes protectores. Inmediatamente que Clara supo que estabas afuera, aunque abrumada por la fuerza de la naturaleza que la había vuelto un canal para que diera a luz, preguntó dos cosas:
-¿Está bien? ¿Qué es?
-Sí, está perfecto-le dijo el médico sonriente-, es un varoncito muy sano.
Luego Clara repuso, con voz débil:
-Se va a llamar Alan, como su abuelo.


(Tomado de la novela EL CINTURÓN DE ORIÓN)