Carlos Godoy (El Salvador)
POEMAS PARA UN ÁNGEL
I
El ángel traía bajo sus pupilas un mensaje
después de darlo
partió
hacia de donde venía.
II
El viento huracanado siempre asusta
así fue ayer
la garganta un nudo
el agüero entrelazado al viento turbio
hoy
la fe amaneció en la cima del asta.
III
Vieras que es jodido eso del presentimiento
Has de saber eso pero no está demás decirlo
Siempre creí en tu dedo
Sin marginar barbas
En tus ojos color asombro
Pues la voz cambia un poco de afuera para adentro
IV
A esta hora de la marea
El río de tu sangre más cercana
Nacía a cincuenta y seis mares
No es tu culpa ni de Dios…
pero
¿Cómo felicitarlo?
V
Silencio
Lloro
Miedo
Lloro
Búscame siempre que tenga miedo.
VI
Como duele el verso cuando el poema ha partido
Cuando la savia infecunda demostró vivir.
VII
Toma este pincel
Píntale un lunar a la luna
un sol
en su lado oscuro
Habla con las mariposas
escucha sus poemas
para vernos
que no haya prisa.
VIII
A tu pecho
le faltó la cadencia
que busco
en estos versos.
IX
El colibrí asomo su rostro
bebiendo el sueño de lo injusto
Se despidió de la flor
besándole
con su revolotear libertario
Se despidió sereno
inconforme
cansado
a falta de páginas
en su coraza dejó su firma
voló...
voló como gorrión
en busca de la flor divina.
X
Siempre sospeche del miedo de ellos
por leer a tú oído.
I
El ángel traía bajo sus pupilas un mensaje
después de darlo
partió
hacia de donde venía.
II
El viento huracanado siempre asusta
así fue ayer
la garganta un nudo
el agüero entrelazado al viento turbio
hoy
la fe amaneció en la cima del asta.
III
Vieras que es jodido eso del presentimiento
Has de saber eso pero no está demás decirlo
Siempre creí en tu dedo
Sin marginar barbas
En tus ojos color asombro
Pues la voz cambia un poco de afuera para adentro
IV
A esta hora de la marea
El río de tu sangre más cercana
Nacía a cincuenta y seis mares
No es tu culpa ni de Dios…
pero
¿Cómo felicitarlo?
V
Silencio
Lloro
Miedo
Lloro
Búscame siempre que tenga miedo.
VI
Como duele el verso cuando el poema ha partido
Cuando la savia infecunda demostró vivir.
VII
Toma este pincel
Píntale un lunar a la luna
un sol
en su lado oscuro
Habla con las mariposas
escucha sus poemas
para vernos
que no haya prisa.
VIII
A tu pecho
le faltó la cadencia
que busco
en estos versos.
IX
El colibrí asomo su rostro
bebiendo el sueño de lo injusto
Se despidió de la flor
besándole
con su revolotear libertario
Se despidió sereno
inconforme
cansado
a falta de páginas
en su coraza dejó su firma
voló...
voló como gorrión
en busca de la flor divina.
X
Siempre sospeche del miedo de ellos
por leer a tú oído.