Uno al espanto le puso punto en boca
amelló el filo del aire para seguir de pie
abrió la puerta y puso hamacas
extendió los pasadizos
Multiplicó los espacios de la casa
se abrió a la madrugada
al rojo sol martirizado
amor, y mentira si te digo
que me acordé de ti por tus dos ojos
no te lo he preguntado pero sé
que moriste con todo el que moría
y ambos ahora somos sombras
sobrevivientes
lo que queda del ultraje:
vergüenza
dignidad
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