Fabricio Estrada-Honduras
No siempre fue el amor
El rayo empuñado que primero enceguece y luego
Calcina con sus besos
Hubo días de amarras ceñidas
Y de falso tacto amasando las olas
Días de estragos
Y de blandas paredes para asestar los golpes
Días de blancas herrumbres
Y de blasfemas plegarias a un dios castrado
Fue aquel amor
Una especie de cirio
Un arrastre de cadenas y salterios
Donde invocaba
Con voz ronca y pesada
La liviandad de un cuerpo sobre otro
El estigma de unos labios
Que marcaban los sitios del placer y la memoria
No fue tan puro el amor
Algo tenía de incierto
De fruta mala
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