Porque no hay una voz para dar respuesta.
Y dos se miran mutuamente dispuestos a dar la cara
Porque hay muros de arrogancia que deben caer
Y tres cruzan el río y cosechan las piedras del camino
Porque hay una vida, muchas vidas por ganar.
Y cuatro marcan la línea, la diferencia entre sudor y sal
Porque unos pocos les quieren matar.
Y cinco trazan horizontes de coraje y sangre
Porque los que todo lo tienen quieren beber de su costado
Y seis se pintan de viento y agua y tierra y fuego
Porque los del dólar vienen a infringir luto y dolor.
Y siete caminan descalzos bajo el mediodía
Porque el camino se hace caminando.
Y ocho aprietan el cuerpo y aguantan y resisten
Porque la vida es una lucha y se lucha por la vida.
Y nueve salen del polvo y del humo y la pimienta
Porque la cárcel nunca ha sido para el hombre libre.
Y diez
y cien
y miles en coro hacen la pregunta
-¿quién apretó el gatillo?-
Porque la venganza más amarga reclamará a los cobardes.
Héctor Collado
Héctor Collado
Acaban de asesinar
a Jeronimo
una bala volcanica
acabo con el hambre
que siempre tenia
le dispararon
por caminar llevando
su esperanza y su protesta
de 500 años
o mas,
mas explotacion,
mas humillación
mas embrutecimiento
mas te doy si te levantas.
Lo mataron por indio
Por turista de carreteras
Por luchador de arrozales
Por adorador de sus espigas
Por su ternura indigena
De velar por la blancura del agua
Y cuidar las estrellas de los rios.
Lo bajaran al llanto
de sus montañas
para que sean sus huesos
el abono inagotable.
Jose A. Córdova
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