El jardín de Mamá Charo es igual al tuyo, o al menos a los jardines que has visto en cualquier casa. Tiene unas matas, cántaros, piedras, tal vez un árbol, muchas hojas regadas por el suelo, un tronco en el que se apoyan otras matas, tiestos, flores, un caminito y… sí, mucha vida.
La vida en un jardín puede tener diversas formas: un pájaro que llega a dormir por las noches, otros que buscan beber el néctar de las flores, animalitos que cantan bajo las sombras, arrieras que llegan a buscar hojas, arañas que tejen sus hilos entre las ramas, murciélagos que duermen donde pueden… Hay mucha vida.
A veces, en nuestra prisa, pasamos por allí y apenas echamos un vistazo ligero, tan superficial que nos impide enterarnos de toda la vida que allí existe, de todos los dramas que ocurren en esa pequeña porción de mundo. Para nosotros es solo el jardín de la abuela, y a veces nos metemos allí a jugar; pero para miles de seres vivos, ese es su mundo.
Acompáñame, echemos una mirada más atenta debajo de esas hojas o, si quieres, lee estas sencillas historias que te hablarán de un gran mundo que está ahí, muy cerca de ti: en el Jardín de Mamá Charo… o en tu jardín, cuando quieras verlo más de cerca.
domingo, 13 de septiembre de 2009
EL JARDÍN DE MAMÁ CHARO-síntesis
Gloria Melania Rodríguez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)