David C. Róbinson O.: Escribo porque quiero tocar la vida de un desconocido llamado lector.
Taty Hernández Durán, poeta y crítica literaria dominicana, entrevista al escritor panameño. Difundida en el ciber-espacio por PerspectivaCiudadana.com y la revista digital 400 elefantes.
El navegar por la red me hace entrar en contacto con infinidad de escritores y escritoras de toda Hispanoamérica. En esta ocasión he conversado con David Robinson- Panamá, 1960- quien es narrador, poeta y editor. Charlamos sobre su concepción de la escritura, el hecho de comunicar como elemento clave de la misma y su visión sobre el movimiento literario actual en Panamá.
¿Cuándo descubriste la escritura?
Me parece que tuve un pre descubrimiento y un descubrimiento. El pre descubrimiento fue en mi infancia y adolescencia cuando se me desbordó la imaginación y comencé a tener historias en mi cabeza. Un día como por accidente esas ideas quedaron atrapadas en el papel. El descubrimiento en propiedad fue luego del contacto con tres escritores.
¿Quiénes fueron esos escritores?
Herasto Reyes que me señaló la importancia de la lectura para escribir, Jarl Ricardo Babot (mi maestro) que me enseñó que el arte es algo más que escribir y Enrique Jaramillo Levi que dictó un taller de creación de cuentos donde creo ocurrió mi final descubrimiento del arte de escribir.
¿Tienes un escritor de cabecera? ¿Quién?
En estos momentos tengo muy buenas conversaciones con Alfredo Bryce Echenique. Ese lío de Martín Romaña y Octavia de Cádiz me tiene fascinado.
¿Como concibes el hecho de la escritura?
Escribir es comunicar. Para escribir un cuento se necesita tener una historia que contar, implícita o explícita.
Entonces, ¿comunicar es una palabra clave en la escritura? ¿Por qué?
Sí, es fundamental comunicar algo, sino se está mal gastando cruelmente papel que bien podía seguir siendo un árbol.
¿Cómo catalogas las producciones de muchos escritores que no son digeribles al lector común?
Si no se comunica se está haciendo terapia, no literatura que no sean dirigidas al lector hembra (como los llamaba Cortázar). No significa que no estén comunicando. Simplemente su mensaje es elitista.
¿Por qué escribes?
Originalmente comencé a escribir por una disfuncionalidad en los canales regulares de la comunicación. Tenía algo que decir y como se me dificultaba hablar, escribía. Ahora escribo porque quiero tocar la vida de un desconocido llamado
En tu narrativa, ¿tienes temas, espacios y/o personajes preferidos? Hay un personaje sin nombre que se repite. Es un hombre atormentado por el vértigo que significa la existencia diaria. ¿Cuál es tu visión sobre la literatura panameña actual?
La literatura pareciese estar en eclosión: Hay una gran cantidad de escritores, lectores, promotores, gente interesada en el tema. También hay muchas publicaciones. Pero a veces me parece como que es pura curiosidad o ejecutoria para una hoja de vida.
¿Por qué pura curiosidad? ¿Piensas que no se escribe con conciencia en Panamá?
Para escribir no se necesita conciencia. Se requiere imaginación, sensibilidad, cultura y capacidad de observación. Precisamente la conciencia es un estado superior de compromiso con la literatura, va más allá de la mera publicación.
Eso de la publicación es relativo, la mayoría de las veces en nuestros países los autores no disponen de los medios para publicar. Esto me lleva a cuestionarte si en Panamá existe una política de apoyo a los escritores para que su obra sea difundida.
Para que exista una política tiene que haber un diálogo y alcanzar el consenso y eso no se ha dado en este país. Pero sí hay muchos intentos y movimientos aislados e inconexos entre sí. Aquí se puede publicar pero la promoción tiene graves deficiencias.
Háblame de la Casa de las Orquídeas.
Casa de Las Orquídeas es el nombre que utilizo para auto publicarme. El nombre me lo sugirió un amigo poeta, Martín Testa, quien al ver mi casa rodeada de aquellas flores, concluyó que otro no podía ser el nombre de la editorial.
¿Existen editoriales interesadas en publicar? ¿No tiene el autor que cubrirlas de su propio peculio?
Sí, el escritor tiene que cubrir la totalidad o un porcentaje del costo, pero el mercado del libro ha crecido. Ahora es más fácil vender un libro. Antes, encima de que pagabas para publicar tenías que regalar el libro si querías ser leído. Las ventas del libro han mejorado, pero aún no es un negocio lucrativo para el escritor, todavía es un negocio que marca pérdidas en su libro de contabilidad.
La palabra de moda acá es autogestión. Tengo dos años esperando respuesta de una editorial internacional y dicen que me publicarán el año que viene.
¿Existe un apoyo estatal para los escritores?
Algo, todo depende, como siempre, de la suerte y contactos de cada escritor. Creo que aquí hay la intención de apoyar, pero no necesariamente hay el recurso.
¿Realmente crees que existe la intención? ¿En qué te basas para decirlo?
Sí. En las declaraciones públicas hechas por los funcionarios. Por lo menos, hablan de eso. ¿Seré ingenuo? No lo sé. A veces quisiera serlo.
domingo, 29 de agosto de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
La pesadilla de vocal O
Leadimiro González (Panamá)
Las demás vocales formaron un gran alboroto, porque vieron a la pobre O tendida en suelo.
Al cabo de un rato la O se levantó desorientada y se preocupó, pues si no regresaba al tablero a tiempo los niños ya no podrían escribir correctamente.
En lugar de escribir la palabra amor, escribirían “amr” o en vez de escribir bote, escribirían “bte”. Las palabras ya no serían las mismas.
En eso pensaba cuando de pronto escuchó:
—Psssss… pssssss…
La O miró hacia arriba y vio a sus compañeras.
—¡No te preocupes, te ayudaremos! —exclamó la consonante R.
Las vocales A E I U estaban muy angustiadas por su compañera. Se reunieron todas las letras del alfabeto entonces para buscar la forma de ayudar a la O.
—Hay que apresurarse —dijo la consonante N.
—¡Ya sé! —gritó la vocal A—. Nos agarraremos hasta llegar a la O y así la subiremos.
A todas las pareció buena la idea y enseguida se entrelazaron unas con otras. En el preciso momento en que los estudiantes entraban al salón de clases las letras alcanzaron a la O y la subieron enseguida al tablero.
Las vocales estaban muy aliviadas y contentas: habían ayudado a su amiga y nuevamente los niños podrían volver a escribir correctamente.
domingo, 15 de agosto de 2010
JUNIO 30
Marvin García-Guatemala
vacía
apagada como el cielo que la cubre
sigue sin luz
esperando una señal de amor
de compasión
la casa sigue sin voces
sin cantos que pinten las paredes
sin ventanas que imaginen amanecesres bondadosos
sigue en la misma calle
no se mueve, camina, pero no se mueve
la casa tiembla de susto
vibra de recuerdos.
La casa no es hogar
es infierno, golpe, cicatriz
pero no es hogar.
domingo, 8 de agosto de 2010
VISIÓN ACARTONADA DEL QUE DUERME
Presentación del libro “CONFESIONES DE UN POETA EN UNA CIUDAD QUE ODIA”
“Aunque presionés el botón del semáforo,
el tiempo no se detiene”
S.M
Tantas imágenes conservan los cartones.
La jauría que devoran el pavimento, las sombras en movimientos aleatorios, la basura acumulada junto a las decepciones de edificios que guardan venganzas y lo miran.
El rencor de los parques, por historias de barrios que se degradan, de kioscos que ya no existen, de estatuas que nadie reconoce. Por lamentos cicatrizados en sus bancas, de la madre que ahora es abuela de maquila, de padres huérfanos transformados a padrastros, del hijo que abandona el cajón con betunes y juguetes de madera.
La ira incalculable en los patios de las escuelas, por las marcas de puñetazos y balones, por la letra ilegible del futuro poeta.
El rechazo de los muros de hospitales y bancos, los grafitis que parecen maldecirlo, el insulto de la chica que espera en la barra, de los que caminan por bulevares. El noperdón que acumula en los bolsillos.
Mucha es la sangre coagulada que proviene de la lágrima del semáforo: testigo de la venta de claveles y chocolates en forma de niña, que se resigna al cruce de los descalzos, de los con libros, de los armados, y del que se detiene en mitad de la calle; y le confiesa su odio hacia una ciudad que lo detesta.
David Robinson, escritor, docente, poeta y amigo panameño, pública esta maravillosa obra en diciembre del 2009 con la Editorial Casa de las Orquídeas de Panamá. Una recopilación de poemas que profundizan en tantas realidades que acechan no sólo en las calles panameñas, sino que están presentes en todas las ciudades de América Latina y el mundo.
Confesiones de un Poeta en una Ciudad que Odia es un libro que nos desgarra al colocarnos en la ciudad por la que caminamos a diario, revelándonos un paisaje, un olor y un rostro que estaba estandarizado, que dejo de conmovernos e ignoramos.
David Robinson (Poeta y Amigo) crea una obra que nos sensibiliza.
“Aunque presionés el botón del semáforo,
el tiempo no se detiene”
S.M
Tantas imágenes conservan los cartones.
La jauría que devoran el pavimento, las sombras en movimientos aleatorios, la basura acumulada junto a las decepciones de edificios que guardan venganzas y lo miran.
El rencor de los parques, por historias de barrios que se degradan, de kioscos que ya no existen, de estatuas que nadie reconoce. Por lamentos cicatrizados en sus bancas, de la madre que ahora es abuela de maquila, de padres huérfanos transformados a padrastros, del hijo que abandona el cajón con betunes y juguetes de madera.
La ira incalculable en los patios de las escuelas, por las marcas de puñetazos y balones, por la letra ilegible del futuro poeta.
El rechazo de los muros de hospitales y bancos, los grafitis que parecen maldecirlo, el insulto de la chica que espera en la barra, de los que caminan por bulevares. El noperdón que acumula en los bolsillos.
Mucha es la sangre coagulada que proviene de la lágrima del semáforo: testigo de la venta de claveles y chocolates en forma de niña, que se resigna al cruce de los descalzos, de los con libros, de los armados, y del que se detiene en mitad de la calle; y le confiesa su odio hacia una ciudad que lo detesta.
David Robinson, escritor, docente, poeta y amigo panameño, pública esta maravillosa obra en diciembre del 2009 con la Editorial Casa de las Orquídeas de Panamá. Una recopilación de poemas que profundizan en tantas realidades que acechan no sólo en las calles panameñas, sino que están presentes en todas las ciudades de América Latina y el mundo.
Confesiones de un Poeta en una Ciudad que Odia es un libro que nos desgarra al colocarnos en la ciudad por la que caminamos a diario, revelándonos un paisaje, un olor y un rostro que estaba estandarizado, que dejo de conmovernos e ignoramos.
David Robinson (Poeta y Amigo) crea una obra que nos sensibiliza.
domingo, 1 de agosto de 2010
RENACER
Aura Méndez de Canova (Panamá)
Convertida casi toda
en cometa de papeles
volé con grandes alas de cristal
prestadas por las arenas milenarias.
El destino sin fronteras,
podría ser
¿Un ramaje de tules azules?
¿Un desierto exótico plateado de luz?
¿O un satélite aventurero
en especie humana?
Llevé conmigo mis recelos
enseres y joyas defectuosas,
en los gajos de mi alma
convertida en un sarcófago
por las amalgamas de la vida irónica.
Sembré mis dudas y espertentos.
De las sombras viejas
emana olvido,
desarrugando el presente.
Mis pensamientos fracturados
se sumergen en aguas purificadas;
abrí el túnel de la vida otra vez.
Sin embargo...
El olvido y el recuerdo
nacen y mueren a diario.
Convertida ya toda
en una fusión
de cuerpo y alma
crecí...
Seguí creciendo
y crezco...
Mis anhelos comenzaron
a susurrar al mundo.
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