Ahmad Elshahawy (Egipto)
NADIE PIENSA EN MI NOMBRE
Nadie
piensa en mi nombre
al haber puesto el sol en el infierno,
al haber perdido el cielo cuya
sabiduría acaba de morir,
después de haber entrado solo la morada
del cero, precedido por una
sombra negra.
Deliro
en la lejanía,
cuelgo
mi letra como una estatua rota,
entono
una canción con un sentimiento de pérdida
me
amortajo con el agua seca,
me
hundo en la eternidad herido por noches perversas,
mis
pájaros agonizan silenciosos y cabizbajos.
Aislado subo por el aire
hecho una flauta
huérfana.
Me
llega el llanto del mar por mi,
recorro la luz
por si así llevo el sonido al fuego.
Nadie
piensa en una cueva silenciosa
nadie piensa en un
ángel perdido en la multitud,
nadie entreteje con
estrellas un fuego,
nadie pinta los
ojos con la imagen del mundo,
nadie deja al nieto de
herencia una lámpara apagada.
Me vence el sueño
porque
nadie se fijará en un nombre fugaz,
ni ningún espejo me
ha de reconocer jamás.
Olvidado
en lo desconocido,
letra
final del final de la noche.
Me
extiendo como un hilo asesinado por el habla,
nadie nos protege del frío,
nadie vuelve la cabeza cortada a la luna,
tengo
extendida la palma de la mano,
y mi destino se ata
a sus ojos.