domingo, 27 de noviembre de 2011

CARLOS GODOY (EL SALVADOR)


CARLOS GODOY (EL SALVADOR)


EN SEGUNDA VISITA…

Tu mirada de deseo contrastaba con tu negación
con tus labios
(apretados)
con tus piernas
(abiertas)
con tus pezones
(erectos)
Tu negación contrastaba con tu mirada de deseo.
***
Que mujer mas sinvergüenza
Diría mi madre al saber
Tus más de diez horas desnuda…
***


No necesite brújula ni mapa
Para encontrar
El tesoro de su clímax…
***

Su sabor a desconocida
Me supo
A la ausencia que acompañe…
***

Dijo que a su caracol le contaba 3 lunas llenas
Sin rocíos
Le lloví sin creerle…
***
Con tus corrientes y en mar abierto
Fui marinero buscando naufragar en tus ojos
En la isla de tus caderas…
***
Despertaba siendo sol entre tus cerros
Esperando tu diluvio del que faltan
Treinta y nueve noches con sus días…
***

El deseo me exigía olvidarme de las horas
Te despertará a continuar
El maratónico encuentro
No ansiara la amable
Invasión del aire
El inexistente
Ventanal que
Desnudara
Tu calor
Sabes…
Mientras vos reposabas

Fui
***

Tu querube
Un vigilante
Atento centinela
Tú inofensivo espía
De noche-madrugada-día
Me volví cuatro silencios
Padre de tu grito contenido
Quien despertó tus orgasmos aun sin dormir...

domingo, 20 de noviembre de 2011

LOCADIO


Enrique Godoy Durán (Guatemala)

Locadio despertaba de su tercera borrachera del día, para eso le gustaba usar la última banca del parque del hipódromo del norte.  Entre el resabio de la borrachera y la penumbra de las siete de la noche, Locadio divisó a una mujer de cuerpo atractivo invitándolo a seguirla.  Él la siguió.  Cuando estaban  al final del parque, al borde del precipicio, la mujer lo abrazó y le mostró el rostro.  Locadio casi se muere de susto al ver la cara de caballo con enormes dientes y ojos enrojecidos, pero, en segundos se repuso y pensó: “Yo soy un borracho, miserable, sin esperanzas de encontrar afecto, menos amor… esta cara de caballo debe andar igual que yo, buscando cariño, además tiene bonito cuerpo, más de algún defecto tengo…,  a estas alturas ni modo de andar con melindres,  podríamos hacer bonita pareja. Si se enamoró de mí, ni modo de despreciarla. 
Sin más trámites, la aprisionó entre sus brazos y la besó apasionadamente.  Los dos rodaron por el despeñadero.  Esa noche se escucharon gritos extraños en la ciudad de Guatemala.  Nunca más se volvió a saber de Locadio.  Cuentan los visitantes nocturnos del Hipódromo del Norte, que han divisado a un niño con cara de caballo jugando por el lugar, a veces también creen escuchar la voz dulce y melodiosa de una mujer diciendo: “Locadito, mi vida, tu trago esta servido, mijo”.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Alda Merini


Alma Karla Sandoval (México)

Para qué noviembre sin tus alas en un rincón
del manicomio.

El cautiverio tiene filo en el alba cuando un ángel
grita despúes de olvidar el otoño.

No hay tréboles aquí ni un verso para darte.

Si quieres mastica esta carne de jueves.

Un día es mucho para los espíritus armados
con gardenias.

Un día frágil porque tirita sin nubes a la merced
del aire azulándonos.

Así baja la temperatura del mundo y el brillo
del iris a galope de la memoria.

En este valle hay veranos de cadenas.

También otoños a la medida.

Espejos, puertas, cráneos de quienes cayeron
antes que tú,
desdorando a Dios.