domingo, 16 de septiembre de 2018

Poema de Balam Rodrigo (México)


33.
No escribo en las paredes.
No escribo en cadáveres de celulosa.
Escribo en esta lápida blanca.
Tallo un eco ahogado.
Tallo una, diez, cien mil palabras.
Tallo todo, incluso el mundo.
No escribo ningún hombre.
(Escribo en las orillas de la costra
y amapolas crecen en la sangre).
Se doblan las ramas de los árboles hasta tocar la tierra,
hasta extender sus flores a los muertos:
sólo un canto, sólo un trozo de perfume
es lo que busco.

domingo, 2 de septiembre de 2018

Poema de Hael López (Guatemala)

SER

Si pudiera elegir
Elegiría ser más alta
Y no tener pies
Para no aplastar hormigas

Elegiría cambiar de nombre
Por uno que no hayas pronunciado antes
Y cambiarlo cuando cambie el clima
O el color  del viento

Si pudiera
Elegiría ser algo que florece
En vez de esta carne
Siempre decadente
Elegiría ser cualquier otra cosa
Como un pez que se suicida
Para ver el  cielo
O una gata sin instinto de conservación

Si yo pudiera, vida,
Elegiría observarte
Cuando no hay nadie cerca
Y los grillos no saben que tienen público
Elegiría tener manos más suaves
Que sepan nadar sin miedo
Y corazón de elefante
Para no temer cuando el camino se acabe
Para confiar

domingo, 27 de mayo de 2018

Poema de Pedro Alfonso Morales (Nicaragua)


Procedencia

Vengo de allí
de la loma, de la piedra
de la soledad del río
que me impuso condiciones
si quería luces
entre tu cuerpo madurando.



domingo, 6 de mayo de 2018

Poema de Otoniel Guevara (El Salvador)


MORENA MARIPOSA

Buscaba la muerte en una calle
y la encontré en tus ojos

Desde entonces no hago
sino

suicidarme
suicidarme
suicidarme

domingo, 18 de febrero de 2018

Poema de Edgar García (Guatemala)



 
Lunes


Juntos nombramos cada ola cada minuto
el mar dejándote ciega frente al mundo es decir
frente a mí


Aún creo que vivo en ese atardecer
en las campanas en mis palabras
en el ventilador que sigue ahogando nuestras lágrimas


El bar donde  entre risas creímos en la vida
[y pensamos en el pasado el velero que nunca salió del cuadro
los focos que no dieron luz la rocola
el baile, los besos el vestido infinito el Caribe


Todo mi ser que llegó a tus manos en un suspiro el mar lo bautizó

domingo, 28 de enero de 2018

Poema de Crosby Lemus (El Salvador)

Muerte en el mercado.

Por el mercado camina Jorge,
con la suciedad a cuestas
el hambre por compañera,
en un descuido el toma una manzana,
alguien entre la multitud grita ¡ladrón!
Un policía dispara…
                él cae y se desangra…

                                       Por una manzana.

domingo, 19 de noviembre de 2017

Poema de Emérito Rodríguez Ayarza (Panamá Oeste)

CANCIÓN DE OTOÑO

Centellean en agosto los colores
manchas púrpuras, pardas y celestes
el verdor de los árboles se rompe
con matices de rojo amarillento

Días más cortos, noches más heladas
en praderas de rúsulas y empetros
y en declives de mízcalos y bayas
hongos blancos y arándanos purpúreos.

Un septiembre de pórfido violeta
azotado por lluvias otoñales
y un lejano rumor, eco nocturno

Un paisaje de gansos asustados
se despide del frío que comienza
en octubre de auroras refulgentes.

domingo, 5 de noviembre de 2017

Poema de Henry Petrie (Nicaragua)

O


Canta con grillos
y sigue la ruta de zompopos
el que pare utopías,

va matando cada palabra
con horizonte caído.

Su universo es acción, verbo
sustanciado a su forma.

Se trata del guerrero
y sus criaturas,
de la estirpe esencial,

espíritus de seres vivientes,
fuerza ancestral del nervio.

Hasta la residencia de Escorpión,
la lanza fría de voz afilada,
remueve sus entrañas de hombre mustio,

sembrador de ruido y ceguera
–gas tiniebla veneno para muerte propia –,
heredero de historia con huecos tenebrosos.

Tras cada travesía
hay un Génesis-Apocalipsis
inédito;

toda mitología encarna creencias posibles.

De alguna cumbre-montaña,
páramo-llanura,
oasis-desierto,
eco-éter,
gruta fondo marino
o casa interior humano

la voz eremita

con ritmo atemporal y alboreo,
invoca criaturas de poder;

de cada una su espíritu
y de él
con big bang cardíaco,
su humanidad.

El diminuto Cosmos
se expande en el viaje líquido
de la chispa,

hacia el sueño de Chichén Itza
en el Templo de los Guerreros,

profundo y palpitante
como la memoria de un grano
de arena.

domingo, 1 de octubre de 2017

Poema de Cristian Santos (Nicaragua)

TE REGALO ESTE CAMINO

Se trata mi amor
de llenar el día
con el color y
forma de las hojas
de las personas y
cosas que tenes a mano.
Es recorrer
el verdor de la mañana.
Es encontrarse
con las flores de la acacia amarilla
frente a un cielo azul.
Es prenderse del giro en el aire de una gaviota
Es sobar las esquinas de la tarde
Repasar las personas
o las rocas más cercanas como tuyas
Abrazarlas besarlas.
El camino al bienestar mi niña
se trata de pensar en positivo
se trata de llenarse los ojos
el hueco de la mano con una sonrisa
aunque uno de vez en cuando
esta sola como una gata
Y aunque tengamos catarros y crisis
después de todo somos seres
humanos pobrecitos!.
Por mi parte te confieso:
A mí también me duele mucho
muchísimo que no estés conmigo.
Recordá que te amo
Y te regalo este camino
por donde paso todas las mañanas.

domingo, 20 de agosto de 2017

Poema de Aura Méndez de Canova (Pocrí de Aguadulce)

Tu Rostro en Octubre

Impregnado tu rostro
en aguas octubrinas.
Insomnio  en la memoria y cuerpo…
Hay sed entre lunas estériles… 
Y la tierra…
Enciende la lluvia en mi cuerpo
y te veo vagar
entre meridianos, 
en los pregones del céfiro
y en las voces...

Me has encadenado a tu piel…
Vorágine de caricias
anidan en el pecho.
Tibian las ilusiones como linternas  de pueblo,
sílabas ebrias
golpean mis poros…
Aún veo cáscaras retoñando
entre las lluvias y guitarras,
exasperadas  cantan poemas al amor…

Luz octubrina enmarañada de hechizos.
Circulan en las arterias vivas… Versos
y un faro de recuerdos.

Eres un rostro esculpido de seducción,
inmortalizado  en la memoria de mi piel…
Olor de lluvia dulce liba placer,
palpitan los nardos
y el pincel en mis dedos…

Hoy vivo
con el relicario de tu rostro.
Desnudo mis manos entre tu epidermis…
Suenan las campanas del mar audaz
y dejan sus pentagramas
junto a las algas.

Palpita el sol húmedo en fibras hondas
sobre el ánfora de barro.
Se inunda la jarra octubrina de presagios
y un trozo de azabache
cual fuerte pedestal.
Se derraman las purezas de las perlas
se engarzan vidas
y renacen tintas…
Voces, suspensos y hogueras.
Estoy atada al vaivén de tus mundos,
sigo desgranando recuerdos…

Vuelve a encender el mar de la vida.
¡Octubre!
Yacimiento de aguas, amores
y magnolias.

¡El planeta vivo fértil!
Se almacena el polen de ilusión en venas.
Florece el rencuentro… 
Silvestre hechizo…
Estallan las aguas
crecen espacios siderales.
En nuestra carne…  Tibieza…
Existencia humana.

La lluvia empapa la sangre…
Un susurrar de hiedra
perfuma el espacio.
Silencio octubrino teñido de caricias…
Crece el beso…
Tomo tus mieles.
Se desliza el astro con llamas en la piel,
se perforan  paredes púrpuras
¡Ya no somos sombras… somos luz!

Se rompe tu silencio
como rama lánguida,
Enigmas…

Suspiros en ojos octubrinos
aprisionados entre luciérnagas;
La lluvia borra tu desdén
y desborda la copa enclavada en el pecho.

¡Estoy Cautiva!
Volaron sin alas los sueños
Ondean las sombras…
¡Amarga realidad!
Se apaciguan las palabras y venas leñosas…
Lloverá siglos.

Reviven angustias
en mi áspero destino.
¡Existes! Entre maderos, calles húmedas
y calendario octubrino.

¿Se durmió la lluvia?
Fuiste a cruzar otros océanos
entre los amaneceres…
Un sólo eco…
Aguardo.

Ilusiones desgajadas, sombríos recuerdos
¡Aún fluye lo mismo!
Herrumbre en mis adentros
todo parece un constante navegar,
amaneceres en suspensos
aguardo sin razón.
Quisiera ser pez o gaviota errante
¡Triste, amarga soledad!







domingo, 30 de julio de 2017

Poema de Elena Liliana Popescu (Rumania)

CUANDO TODO SE PIERDE


El reloj no se ha parado pero
no se le ve marcar las horas
en la esfera del tiempo
que está detenido, en contemplación.

La perspectiva no se ha perdido
pero los objetos ya no se ven
delimitados en la extensión pura
del espacio, el que no tiene nombre.

La vida no ha acabado pero la muerte
ya no se ve en el horizonte
esperando al ser que se rebeló
un día, en alguna parte, en el país del olvido.

Todo está en su sitio como antes
aunque todo ya no significa nada
cuando se pierde en el espacio sin tiempo,
en el tiempo sin espacio.


domingo, 16 de julio de 2017

Poema de Fernando Vargas Valencia (Colombia)

PEQUEÑAS AFIRMACIONES A MI NIÑA TRISTE
(A mi Amada Lorena, en medio de su tormenta
de la cual apenas atino a ser un testigo)
1.
A veces las palabras se agotan,
son tan torpes,
alevosas y cobardes,
agitadas por la promesa del mutismo
que las colma de despojos.
Por ello hay que recurrir a la música,
escucha amada el trombón que te reclama,
que busca tu risa
para espantar la parsimonia de la tormenta.
Tu boca es la nota que grita el viento
justo cuando va a revelar
su último secreto.
2.
Habremos de erigir en canto
nuestra Tragedia.
No podemos compararla,
ya es mucha suerte sobrevivir en un país
fundado por la masacre
y la negación atroz de los cuerpos.
Nacimos para fundar una épica.
El poeta hablará de ti en su videncia
y dirá que eras la diosa que recogía sus cabellos
para sembrar árboles de cristal
en el páramo vital de la memoria,
para afirmar la anatomía de las liberaciones
entre caricias feroces.
3.
Busco el porqué de tus ojos
que se afirman con el tiempo.
Podrás estar encerrada,
podrás perder la memoria
de lo que nunca fuimos,
podrán caer y volver a nacer
cada uno de tus poros,
podrás llorar la intermitencia de tus mareas,
la playa inconclusa de tu cuerpo
que deja rastros de su mar en cada espejo.
Podrás callar todo lo que has nacido.
Pero tus ojos hablarán por ti.
Revelarán el misterio
de los seres que hemos compartido la gracia de mirarte,
de poseerte en todas tus formas:
Amada, hija, hermana, amiga, compañera.
Tus ojos emanciparán el cielo de sus necias tormentas,
gritarán la luz de la música
en los agujeros sucios de las tempestades.
Aún así, seguiré creyendo
en que hay un porqué de tus ojos
que me cautiva.
Como el gato de Baudelaire:
Te amo porque sigues siendo mi mayor misterio.
Te deseo a través de la excusa
de seguir ignorando el porqué de tus ojos.

Ese porqué que sólo podría revelar un hijo.