domingo, 27 de enero de 2013

Un poema de Waldina Mejía (Honduras):


I
Llega siempre cual más inoportuna
la suave transparencia de tu boca
e indecisa se queda en la laguna
de placer y candor que me provoca.

Llegan también tu manos una a una
a  estremecerme con su fiebre loca
y a hacer que más envidie la fortuna
de quien ama y alcanza a quien evoca.

Llegás siempre, se acaba la cordura
del trabajo, no puedo proseguir:
no estás conmigo y gozo tu ternura.

Callan miedo y dolor al presentir
que sanará la torturada hondura:
mucho he sufrido, y vuelvo a sonreír.

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